Histamina – En verdad nos protege?


La histamina es un elemento natural de nuestro cuerpo (concretamente una amina) que se produce de forma propia y que cumple diversas funciones en nuestro organismo. La histamina participa en la regulación de los procesos digestivos, cumple funciones de neurotransmisor, participa en la gestión del ciclo de sueño y vigilia, controla el apetito, dilata los vasos sanguíneos y participa en los procesos de inmunidad, su función más conocida. Algunos antihistamínicos nos dan sueño y otros se usan para tratar la acidez estomacal. 

La histamina es un compuesto perteneciente al grupo de las aminas biógenas, producida por una gran diversidad de bacterias que descarboxilan el aminoácido esencial histidina. En los alimentos con alto contenido en este aminoácido, como los productos lácteos, la carne y el pescado, se puede formar histamina, cuando las condiciones de alta temperatura y baja acidez lo permitan. La formación de histamina en los alimentos está asociada a deficiencias de calidad de las materias primas, a la falta de higiene en el proceso de fabricación, o a inadecuada refrigeración durante el almacenamiento y distribución de los alimentos.
El consumo de alimentos con altas concentraciones de histamina provoca a las personas un cuadro leve que genera picor, enrojecimiento facial y dolor de cabeza, llamado “Intoxicación histamínica”. En personas con deficiencias en la metabolización de esta amina pueden cursar con un cuadro más grave, conocido como “intolerancia a la histamina”.
Las intoxicaciones histamínicas se han asociado al consumo de pescados azules (atún, sardinas, anchoas) y alimentos fermentados (queso, salchichas, vino). Una vez generada la histamina en el alimento, esta resiste cualquier tipo de tratamiento térmico (cocción, esterilización), y temperatura de conservación (refrigeración y congelación), por lo que no se puede eliminar su presencia.
La principal medida de control de la producción de histamina es la calidad de las materias primas y la higiene en la transformación, almacenamiento y manipulación de los alimentos para evitar su contaminación por bacterias productoras de histamina, tanto en la industria alimentaria como en el hogar.

Las investigaciones realizadas en los años 30 del siglo pasado permitieron avanzar en el desarrollo de los primeros antihistamínicos, los fármacos que bloquean los efectos de la histamina, pero también permitieron descubrir más detalles sobre la histamina. El efecto sedante derivado de los mismos sirvió para determinar que la histamina no solo tiene que ver con la respuesta inmune, sino que también interviene en el sistema nervioso central (SNC), en donde participa en la regulación de diversas funciones como el sueño, la actividad locomotora e, incluso, en la memoria y el aprendizaje.

La histamina también funciona con nuestro sistema inmunológico.

Nos ayuda a protegernos de invasores. Cuando el sistema inmunitario descubre un invasor, unas células llamadas células B producen anticuerpos IgE. Los IgE son como señales de “BUSCANDO” que se extienden a través del cuerpo, advirtiéndoles a otras células del sistema inmunitario a qué invasores buscar.
Finalmente, los mastocitos y los basófilos levantan los IgE y se hacen sensible a ellos. Cuando se ponen en contacto con el invasor… lanzan histamina y otros químicos antiinflamatorios. 
Los vasos sanguíneos se vuelven más permeables, así los glóbulos blancos y otras sustancias de protección pueden colarse y pelear contra el invasor.
Las acciones de la histamina son geniales para protegernos contra parásitos. 
Pero en la alergia, el sistema inmunitario reacciona de manera exagerada a sustancias inofensivas, no parásitos. Es ahora cuando la histamina se convierte en nuestro enemigo. Alérgenos comunes incluyen maní, polen y caspa de algún animal. 
Los vasos sanguíneos permeables causan lagrimeo, congestión nasal e hinchazón… en todos lados. La histamina funciona con los nervios que producen picazón. En el caso de la alergia a los alimentos, produce vómitos y diarrea. También hace que los músculos en los pulmones se contraigan, dificultando la respiración. 
Lo más preocupante es cuando la histamina causa anafilaxis, una reacción grave que puede ser fatal. Las vías respiratorias hinchadas pueden dificultar la respiración y una caída rápida de la presión arterial puede impedir que la sangre llegue a los órganos.

La histamina es una enzima que podemos obtener mediante la ingesta de ciertos alimentos o mediante la propia producción de nuestro cuerpo, sin embargo, esta se elimina por el intestino gracias a la acción de enzima diamino oxidasa (DAO), y si existe un desequilibrio en ella, se provoca un exceso que pasa a plasma y tejidos y produce diversos efectos.

Un exceso de histamina a nivel cutáneo, por ejemplo, se aprecia con un enrojecimiento fácil de la piel, dermografismo por rascado, dermatitis, picores, urticarias o manchas rojas tras las picaduras.

Alimentos ricos en histamina 

  • El alcohol: especialmente los fermentados como el vino y la cerveza.
  • Algunos pescados y carnes: especialmente los pescados ahumados o fermentados, los embutidos, jamones, carne de cerdo.
  • Enlatados o encurtidos: los fermentos en general, chucrut, salsa de soja, pepinillos en vinagre.
  • Lácteos y derivados: suero de leche, yogur y kéfir; quesos añejos: cheddar, gouda, suizo y parmesano.
  • Frutas: fresas y productos desecados.
  • Verduras: tomates y sus derivados, espinaca.
  • Legumbres: destacamos la soja, los cacahuetes y los garbanzos.
  • Otros característicos: chocolate, canela, trigo y los azúcares refinados.
  • Alimentos como los cítricos, papaya, nueces, clara de huevo, fresas y aditivos son, además, liberadores de histamina.

Sintomatología del exceso de histamina

Los pacientes pueden presentar una gran variedad de síntomas, pero te vamos a destacar los principales:

  • Dolor muscular o en las articulaciones.
  • Cansancio y fatiga.
  • Dolor de cabeza o incluso migraña.
  • Trastornos del sueño y de la memoria.
  • Trastornos de la piel: aparición de sequedades, urticaria, dermatitis.
  • Trastorno de la temperatura del cuerpo, sentir calor o frío persistente.
  • Náuseas, vértigos o mareos.
  • Alteraciones en el aparato digestivo: estreñimiento, diarrea, flatulencias, digestiones pesadas, hinchazón abdominal, mal aliento, salivación anormal.
  • Alteraciones hormonales: amenorrea, ovarios poliquísticos, síndrome premenstrual.

La enzima DAO Diaminooxidasa

La enzima diaminooxidasa (DAO) es la principal enzima intestinal implicada en el metabolismo de la histamina, su deficiencia está relacionada con diferentes enfermedades crónicas. La histamina está presente en varios alimentos y se degrada rápidamente cuando el individuo presenta una actividad normal de DAO. Sin embargo, en el caso de individuos con una actividad reducida, se produce un exceso de histamina en la sangre, lo que aumenta la probabilidad de presentar varias afecciones clínicas a menudo asociadas a enfermedades crónicas, como resultado del déficit de la enzima DAO. 

Intolerancia a la histamina

La intolerancia a la histamina es el resultado de un desequilibrio entre la acumulación de histamina y la capacidad de degradación. Debido a que son varios los factores que intervienen en la presentación e intensidad de los síntomas en la intolerancia a la histamina, y a la malinterpretación de estos síntomas, se subestima la prevalencia de este síndrome. Se estima que aproximadamente el 1% de la población tiene intolerancia a la histamina y que el 80% de los pacientes afectados son de mediana edad.

En los pacientes intolerantes a la histamina con una actividad enzimática reducida de la enzima DAO, los síntomas se producen incluso tras la ingestión de pequeñas cantidades de histamina, y estas cantidades son bien toleradas por las personas sanas. Los síntomas se pueden manifestar mediante las mencionadas acciones de la histamina en múltiples órganos, como el sistema gastrointestinal, los pulmones, la piel, el sistema cardiovascular y el cerebro.

Los síntomas típicos de intolerancia a la histamina, asociado con niveles reducidos de la enzima DAO incluyen trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza, dismenorrea, hipotonía, arritmias, urticaria, prurito y rubor.

Histamina y cefalea 

La cefalea es el principal síntoma de los individuos con intolerancia a la histamina. Puede ser inducida por la histamina tanto en individuos sanos como en individuos que ya presentan cuadros de jaqueca. La cefalea inducida por histamina es una cefalea vascular causada principalmente por el monóxido de nitrógeno, que se libera en el endotelio por estimulación del receptor de la histamina (H1R), que también se expresa en las grandes arterias intracraneales. Se han observado en pacientes que presentan cuadros de jaqueca concentraciones plasmáticas de histamina elevadas durante los ataques y los periodos libres de síntomas. 

Histamina y enfermedades gastrointestinales

Seguido de la cefalea, los trastornos gastrointestinales, como el dolor de estómago difuso, calambres, flatulencia y diarrea, son los principales síntomas de la intolerancia a la histamina. Se detectaron concentraciones elevadas de histamina y actividades disminuidas de la enzima DAO en varias enfermedades inflamatorias y neoplásicas del tracto gastrointestinal, como:

  • Enfermedad de Crohn: Enfermedad inflamatoria del tracto gastrointestinal, que afecta principalmente al íleon y al colon. Los síntomas más frecuentes son: diarrea, calambres abdominales, fiebre y sangrado rectal.
  • Colitis ulcerosa: Enfermedad intestinal inflamatoria crónica en la que el colon se inflama y queda con úlceras, provocando episodios de diarrea con sangre, calambres abdominales y fiebre. Presenta un riesgo, a largo plazo, mayor de desarrollar cáncer de colon.
  • Neoplasia colorrectal: Se constató, en pacientes con adenocarcinoma, que la actividad de la enzima DAO se encontraba reducida en el propio tumor en comparación con la mucosa adyacente normal desde el punto de vista histológico.      

Histamina y eczema atópico

El eczema es una inflamación aguda o crónica de la piel que se identifica por la aparición de picazón, hinchazón y enrojecimiento. Suele aparecer en los brazos, detrás de las rodillas, y piel en general. En los pacientes con eczema atópico grave se encontraron concentraciones plasmáticas de histamina elevadas y un aumento de la liberación de histamina en comparación con los pacientes que no padecen la enfermedad. También se demostró la actividad reducida de Enzima DAO en pacientes con eczema atópico grave. 

Histamina y hormonas esteroideas 

En las mujeres, la histamina se produce principalmente por mastocitos, células endoteliales y células epiteliales del útero y los ovarios. Las mujeres con intolerancia a la histamina suelen presentar cefalea dependiente del ciclo menstrual y dismenorrea (fuertes dolores menstruales).  Se demostró que la histamina estimula la síntesis de estradiol vía H1R. Los calambres menstruales intensos son causados principalmente por un aumento de la producción de prostaglandina F2 en la mucosa, estimulada por el estradiol y atenuada por la progesterona. Con esto, la histamina puede aumentar la dismenorrea al incrementar las concentraciones de estrógeno. Y a la inversa, el estrógeno puede influir en la acción de la histamina. Se observó un aumento significativo de las reacciones cutáneas, como el tamaño de la pápula y de la erupción, en respuesta a la histamina y se correlacionó con la ovulación y el pico de concentración de estrógenos.  

Durante la gestación, la enzima DAO se produce en altas concentraciones por la placenta, y su concentración puede alcanzar 500 veces la de una mujer no embarazada. Este aumento de la producción de la enzima DAO en las mujeres embarazadas puede explicar por qué las mujeres con intolerancias alimentarias experimentan remisiones durante el embarazo

    BROMELAÍNA

    Un estudio publicado en 2013 demostró que esta enzima presente el la piña podría reducir la sensibilización a los procesos alérgicos en los que están implicados las vías aéreas gracias a su acción antialérgica y antiinflamatoria.

    QUERCITINA

    Este compuesto se encuentra en muchos alimentos de origen vegetal, pero destaca, sobre todo, en brécol, manzanas, uvas y té. La quercitina destaca por su capacidad antioxidante. De acuerdo con el estudio Quercetin and Its Anti-Allergic Immune Response, publicado en 2006, la quercitina puede reducir la liberación de histamina y contribuir en la reducción de los procesos inflamatorios.

    VITAMINA C

    Varios estudios han evaluado la relación entre la vitamina C y el metabolismo de la histamina. Un artículo publicado en 2015 indica que el ascorbato tiene una capacidad única para degradar esta sustancia. Publicaciones anteriores sobre ensayos en humanos reflejan que la toma de vitamina C desciende significativamente los niveles de histamina en plasma. En modelos animales incluso se ha documentado el descenso de la bronconstricción causada por la histamina.


    Productos Relacionados

    DAO Naturallya®
    Comprar DAO


    Scroll to Top