Es habitual que escuchemos hablar de líbido, una palabra esdrújula con tilde en la primera I. Sin embargo, dicho término es incorrecto. El concepto válido es libido, con acentuación en la segunda I, según destaca la Real Academia Española (RAE). Se cree que el error frecuente de acentuar la noción en la primera sílaba se debe a la influencia de lívido, un vocablo que hace referencia a la palidez o a lo amoratado, que nada tiene que ver con el significado de libido.
Hechas estas aclaraciones, ahora sí podemos avanzar en la definición de libido, que procede del latín libīdo. Así se denomina al deseo sexual.
Aunque la disminución de la libido es frecuentemente relacionada a los hombres, las mujeres sufren igualmente este mismo problema. La diferencia entre ambos es la confianza y la apertura a hablar del problema que es mas común en mujeres que hombres por la idiosincrasia masculina. La mujer esta mas dispuesta a tratar el tema con su pareja o amigas que los hombres, teniendo como consecuencia que las mujeres busquen mas fácilmente ayuda que los hombres.
Disminución de la libido en mujeres
En una mujer sana en edad reproductiva, se incrementa la libido o el deseo sexual en dos fases de si ciclo menstrual. Para algunas mujeres cuando están en sus días del periodo menstrual se incrementa la libido queriendo tener contacto sexual con su pareja, algo que a muchos hombres no les agrada tener sexo durante la menstruación, y para otras en los días de la ovulación, cuando las hormonas están en sincronía correcta para obtener un embarazo si se llega al coito. Aunque esto es normal en la mayoría de las mujeres sanas en edad reproductiva, también hay mujeres que no sienten un incremento de la libido en esas faces de su ciclo menstrual. Como podemos ver, el deseo sexual depende de cada persona, momento, edad, situación emocional, etc. por lo tanto no hay una regla que generalice el incremento o disminución de la libido.
La disminución de la libido en mujeres es frecuente con la edad y en la fase de menopausia. Los motivos de la reducción del deseo sexual pueden ser muy diversos, ya que cabe la posibilidad de que confluyan diversos motivos como los relacionados con la propia intimidad de la pareja, el bienestar físico… Sin embargo, podrían catalogarse estas causas en cuatro grandes bloques: las causas físicas, psicológicas, hormonales y los problemas de pareja.
Causas Físicas
- Dolor durante las relaciones sexuales: muchas mujeres no disfrutan de las relaciones sexuales por experimentar dolor durante ellas.
- Intervenciones quirúrgicas: aquellas cirugías que afectan al aparato genital o a las mamas pueden repercutir en la seguridad que se tiene en la imagen corporal, así como también a la propia función sexual.
- Enfermedades: un amplio abanico de patologías puede afectar a la apetencia sexual: cáncer, diabetes, artritis, enfermedades neurológicas…
- Medicamentos: como ya hemos indicado, existen medicamentos que afectan al deseo sexual, como pueden ser los antidepresivos.
- Rutina diaria: elementos habituales como el consumo excesivo de alcohol, el estrés, la fatiga… Son condicionantes que pueden repercutir en la libido.
Causas Psicológicas
- Depresión o ansiedad.
- Experiencias sexuales traumáticas.
- Problemas de autoestima.
- Antecedentes de maltrato y/ abuso sexual.
Causas Hormonales
- Menopausia: con la llegada de la menopausia, puede haber una disminución de la apetencia sexual, debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Además, en esta etapa también los tejidos vaginales pueden resecarse, lo cual hace que las relaciones sexuales puedan resultar dolorosas.
- Embarazo o periodo de lactancia: tras el parto o durante el proceso de lactancia, puede haber una disminución de la libido, consecuencia de los cambios hormonales que sufre el cuerpo. Además, a estos condicionantes se suelen sumar la fatiga o problemas de autoestima por el cambio de la imagen corporal.
Problemas de pareja
- Periodos o fases de conflicto.
- Ausencia de confianza.
- Falta de comunicación.
- Conexión inexistente en la relación.
Disminución de la libido en hombres
La falta de libido en hombres suele venir acompañada de otro tipo de sintomatologías y estar causada por algún problema fisiológico o psicológico. Dependiendo de cuál sea el origen del problema, se recurrirá a un tratamiento u otro.
La presión social sobre el deseo sexual masculino: Debemos recalcar que existe una gran presión social sobre los hombres en cuanto al deseo sexual. Creemos que deben estar predispuestos en todo momento a tener un encuentro sexual, y que en el momento que no sea así, esto es un motivo para sospechar. Sin embargo, es normal que bajo determinadas circunstancias se produzca la falta de libido masculina y que se pierda el interés en mantener relaciones sexuales o que estas personas no se sientan estimuladas por ellas. La fatiga y el estrés: principales causas de falta de libido en hombres.
El cansancio tras un largo día en el trabajo, el estrés y la ansiedad dejan una huella en nuestro cuerpo. Al final de la jornada llegamos a nuestro hogar sin ganas de hacer otras actividades. Nos tiramos directamente al colchón y finalmente nos damos el descanso que andábamos buscando durante todo el día. Estos son motivos muy comunes y que, si no se tratan adecuadamente, pueden afectar a la vida sexual de cualquier persona. A estos también se les suma posibles problemas con nuestra pareja, o incluso el haber vivido una experiencia traumática en nuestra infancia.
El déficit de testosterona
Estas no son las únicas causas de la falta de libido masculina. Generalmente, la razón a la cual se le atribuye la disminución del deseo sexual es el déficit de testosterona. Esta es la hormona encargada de regular el apetito sexual. Si por X motivo disminuye, también lo hará la libido masculina. Factores como los mencionados anteriormente, la fatiga o el estrés, pueden ser los culpables de que esto ocurra. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, hay otras causas que pueden provocarlo. Podemos sufrir un déficit de testosterona por otros factores como la depresión, cáncer, diabetes, hipertensión arterial, diabetes o el abuso de sustancias como el tabaco o el alcohol.
La falta de libido en los hombres se puede producir por los siguientes factores fisiológicos:
- Hipertensión
- Cáncer
- Diabetes
- Fumar o beber alcohol
- Alteraciones hormonales
- Determinados tipos de medicamentos
- Disfunciones sexuales como la disfunción eréctil
Por otro lado, también se debe tener en cuenta las siguientes causas psicológicas:
- Estrés
- Fatiga
- Ansiedad
- Depresión
- Problemas con la pareja
- Relaciones sexuales poco satisfactorias
- Educación sexual inadecuada
Cómo incrementar la libido en ambos sexos
Reducir el estrés
El estrés puede provocar varios síntomas físicos, entre ellos la disminución de la libido. Los niveles de cortisol (comúnmente conocido como la hormona del estrés) aumentan cuando estás estresado, y esto puede interferir con tu deseo y excitación sexual. Una encuesta de 2018 realizada por la BBC determinaba que el 45% de los encuestados afirmaba que el estrés afectaba a su deseo sexual. Es más habitual en mujeres que en hombres, según la investigación. Sin embargo, aprender a reducir o gestionar el estrés puede ser difícil. No tengas miedo de pedir ayuda y apoyo, ya sea a tu pareja o a un terapeuta. Estas son algunas de las opciones para aliviar el estrés:
- Meditación
- Ejercicio regular
- Yoga
- Técnicas de respiración
- Una dieta saludable
- Caminar
Intentar entender la excitación y aprender lo que te excita
Para muchas personas, el deseo sexual no es algo presente las 24 horas del día. El deseo no siempre se produce de forma espontánea. La mayoría de la gente necesita excitarse primero, para luego poder experimentar el deseo. Si te sientas a esperar que el apetito sexual se produzca por sí solo, puede que no ocurra. Hay muchas maneras de aumentar la excitación y, por tanto, el deseo. Prueba algunas de las siguientes:
- Fantasear
- Enviar mensajes de texto
- Ver porno
- Leer historias eróticas
- Masturbarte
- Que tu pareja te bese y te toque sin esperar que haya sexo
- Escuchar música erótica
- Disfrutar de la música que te parece sexual
- Utilizar juguetes sexuales
Sé creativo y experimenta con lo que más te excita y aumenta tu deseo. Una vez que te excitas, es mucho más probable que el deseo sexual crezca.
Ampliar tu definición de lo que significa el sexo también puede ser útil. Si no te excita el tipo de sexo que has estado practicando hasta el momento, probar algo nuevo puede ser emocionante.
Dejar de lado la ansiedad por el rendimiento
La ansiedad por el rendimiento, la presión y el estrés que rodean al sexo probablemente frenen tu excitación y tu deseo. La presión es la antítesis del placer, así que si te sientes presionado para tener sexo de una determinada manera, tener un orgasmo, hacer sonidos específicos o querer sexo con una frecuencia específica, puede sucederte que pierdas el interés por completo. Tómate un tiempo para conocerte de verdad sexualmente. Dedicar tiempo a entender mejor las respuestas únicas de tu cuerpo a través de la masturbación puede ayudarte a estar más a gusto cuando estés con tu pareja. También se recomienda encarecidamente el uso de la atención plena durante la masturbación, así como en general, algo que tendrá beneficios en el sexo en pareja.
Dormir lo suficiente
El sueño afecta a muchos aspectos de tu salud y comportamiento, incluyendo tu apetito sexual. Un estudio de 2019 señalaba que la falta de sueño de calidad se correlaciona con una baja libido, así como con la dificultad para llegar al orgasmo en las mujeres. El agotamiento puede conducir a la falta de deseo sexual. En este caso, deberías priorizar el sueño sobre el sexo. Una vez que cuides tus hábitos de sueño, podrás notar una diferencia en tu libido.
Algunas formas de mejorar tus hábitos de sueño son:
- Limitar el tiempo en computadoras o smartphones antes de acostarse
- Limitar el consumo de cafeína durante las primeras horas del día
- Ir a la cama a una hora constante cada noche
- Hacer ejercicio con regularidad
- Limitar el consumo de alcohol
- Dormir en una habitación fresca y oscura
Abordar la insatisfacción en la relación
Cuando estás en una relación, y experimentas problemas con tu pareja, es probable que esos problemas se extiendan a la cama y provoquen que uno de los dos, o ambos, no tengan ganas de tener sexo.
Si albergas resentimiento, estás con una pareja que no quiere comprometerse, discutes continuamente o estás lidiando con algún trauma, es poco probable que quieras tener sexo de manera espontánea. Lo mejor es trabajar en estos problemas con tu pareja en lugar de barrerlos bajo la alfombra y esperar que desaparezcan.
Reducir la anticipación negativa
Puede que no estés deseando tener relaciones sexuales si te preocupan las consecuencias negativas. Si no quieres quedar embarazada o te preocupan las enfermedades de transmisión sexual, utiliza métodos de protección como los preservativos o anticonceptivos hormonales. Asegúrate de mantener conversaciones con tu pareja sobre tus comodidades y preocupaciones. Algunas personas también experimentan dolores no deseados con las relaciones sexuales. Pregunta a tu médico sobre cualquier dolor o molestia que experimentes. Si tiene problemas con regularidad para conseguir o mantener las erecciones y el control de los orgasmos, puede que te preocupe que el sexo sea placentero para ti y tu pareja. Pide una cita con un urólogo si tienes problemas con las erecciones o los orgasmos.
Hablar con un terapeuta
Hablar con un terapeuta general o sexual puede ayudarte a tratar las razones psicológicas por las que podrías estar experimentando un bajo deseo sexual. Esto puede ser particularmente útil si estás lidiando con la vergüenza que rodea al sexo, la imagen corporal o el trauma. No hay nada de lo que avergonzarse en lo que respecta al sexo o a la búsqueda de terapia para ayudar en la vida sexual. Puede ser una forma de examinar las fuentes de tu angustia. Si existe una causa psicológica subyacente, probablemente no sirva de nada tratar de aumentar la libido. Usted necesita para hacer frente a la cuestión fundamental en la mano primero.
Considerar la posibilidad de una terapia hormonal
Si tienes la libido baja debido a los síntomas de la menopausia, la terapia hormonal podría ayudarte. La sequedad y la atrofia vaginales pueden hacer que el sexo sea doloroso, pero los parches hormonales, los geles, los aerosoles y la medicación pueden ayudar. El aumento del deseo sexual en mujeres es a veces cuestión de terapia hormonal. Para ello, consulta con tu médico. Estas terapias incluyen:
- Estrógeno
- Prasterona
- Testosterona
- Ospemifeno
Importante: asegúrate de consultar siempre a tu médico antes de comenzar cualquier nuevo medicamento o suplemento.
Consumir alimentos que aumenten la libido
Comer alimentos que aumenten la libido no es una solución rápida. Sin embargo, hay algo de verdad detrás del concepto de afrodisíaco. Según las investigaciones, ciertos nutrientes pueden ayudar a potenciar el deseo sexual y la fertilidad. Por ejemplo, las dietas ricas en proteínas animales, ácidos grasos trans y carbohidratos pueden tener un impacto negativo en la fertilidad. Las dietas ricas en proteínas vegetales, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes podrían mejorarla. La ingesta de una cantidad adecuada de estos nutrientes podría ayudar a potenciar el deseo sexual en algunas personas. Algunos alimentos con potencial para aumentar la libido son:
- Cítricos
- Legumbres
- Cereales integrales
- Verduras frescas
- Frutos secos
- Mariscos
Los alimentos que podrían contribuir a un bajo deseo sexual pueden ser:
- Grasas saturadas como las que se encuentran en los alimentos fritos
- Grasas poliinsaturadas como las que se encuentran en el aceite vegetal
- Harina blanca y azúcar
- Artículos con alto contenido en sodio
Probar las hierbas para el deseo sexual
Si prefieres seguir con los remedios naturales, las hierbas pueden ser una gran opción. Algunos estudios muestran que hay hierbas naturales que tienen el potencial de aumentar la libido.
Algunas de estas hierbas son:
- Ginseng: especialmente el ginseng rojo coreano, que se ha demostrado que ayuda a mejorar el deseo sexual en las mujeres con menopausia.
- Maca: hay pruebas de que esta raíz peruana es afrodisíaca.
- Ginkgo Biloba: se ha demostrado que este árbol japonés tiene un extracto que aumenta el flujo sanguíneo a los genitales.
Muchos de estos suplementos se pueden encontrar por internet o en tiendas naturistas.
Practicar la aceptación del cuerpo
El bajo deseo sexual en mujeres y hombres podría estar causado por la confianza en el propio cuerpo. Las presiones sociales, los medios de comunicación, la educación y los problemas de salud mental pueden hacer que a algunas personas no les guste su cuerpo. Cuando uno no se siente cómodo en su piel puede disminuir su deseo sexual. Practicar la aceptación de tu cuerpo puede ayudarte a sentirte agradecido por la piel que tienes y a aumentar la confianza en ti mismo.
La aceptación del cuerpo es, sin duda, una práctica, así que no te frustres demasiado contigo mismo si ves que es un reto. Algunas formas de practicar la aceptación del cuerpo son:
- Escribir en un diario cosas positivas sobre tu cuerpo y mostrarle gratitud.
- Consumir alimentos saludables que te hagan sentir bien.
- Mover el cuerpo y hacer ejercicio de forma que te resulte agradable.
- Trabajar con un terapeuta.
- Vestirte de forma que te haga sentir seguro y cómodo.
- Limitar los medios de comunicación que te hacen sentir mal sobre ti mismo o tu cuerpo.
- Practicar la autoconversación positiva.
Limitar el alcohol y tabaco
El alcohol y el tabaco puede disminuir temporalmente tus inhibiciones, pero también puede reducir tu libido y alterar las funciones sexuales. Un estudio de 2016 mostraba que las mujeres lubricaban menos y tenían dificultades para alcanzar el orgasmo después de beber. Los hombres, por su parte, sentían menos sensación en los genitales cuando tenían relaciones sexuales bajo la influencia del alcohol. Si vas a beber y esperas aumentar tu deseo sexual, trata de no pasar de una a 3 copas.
Cuando buscar ayuda
Si el problema de deseo sexual es de origen psicológico causado por estrés, traumas, baja autoestima, problemas conyugales o de trabajo, un Psicólogo podría ayudarte a salir del problema.
Si sospechas que el problema es por causas orgánicas como enfermedades córnicas, medicamentos, drogas, etc. un medico Urólogo, Endocrinólogo o Internista podría ayudarte a encontrar con la solucion.