El Selenio es un oligoelemento que se encuentra en la tierra, agua y algunos alimentos. Es un elemento esencial en varias vías metabólicas.
Es un potente antioxidante que elimina los radicales liberes generados en nuestro cuerpo y se requiere de pequeñísimas cantidades de Selenio para mantenernos sanos.
El papel del Selenio en la prevención del cáncer ha sido sujeto de estudios recientes y de debates.
Funciones del Selenio en nuestros cuerpo.
En la enfermedad coronaria: Ya en 1988 Michelson constató que existía relación entre las enfermedades cardiacas y la carencia en el organismo de Selenio.
Es además necesario para mantener los niveles de la coenzima Q10, sustancia indispensable para el corazón.
Como protección del ADN: El Selenio ayuda a proteger el material genético contra los radicales libres.
Acción detoxificadora: El Selenio protege contra los efectos tóxicos del cadmio y es antagonista del arsénico, la plata, el mercurio y el cobre reduciendo así su toxicidad.
El selenio y el cerebro: Parece demostrado que los suplementos de este mineral reducen en número e intensidad los ataques epilépticos.
Problemas cerebrales: Unido a la vitamina E y el zinc reducen el deterioro cognitivo de las personas mayores. Además es capaz de mejorar el estado de ánimo, la ansiedad, la depresión la hostilidad y la confusión mental.
Su influencia en la fertilidad: El Selenio participa de forma directa en la síntesis de testosterona y en la formación y desarrollo de los espermatozoides ya que su deficiencia disminuye la motilidad espermática. Junto con el ácido fólico y el zinc, el Selenio es además crucial para prevenir los defectos del tubo neural en el recién nacido.
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